–¿Hay vida después de Casi Angeles? ¿Cómo les gustaría que sea?
Peter: Si tengo que hablar de metas, mi ideal sería llegar al mercado internacional. ¡Para soñar no tengo límites!
Gastón: Ojalá esté relacionado con el teatro y la música.
Nico: Y sin baile de por medio. La verdad que no lo disfruto.
Gastón: ¡Yo tampoco! Por más que pasaron cuatro años, me sigo sintiendo medio chotón.
Nico: Pero me encantaría continuar con la música. Producirme yo mismo algo, por ejemplo. Nosotros somos nuestra propia empresa.
–Para no perder la costumbre, necesito que Nico me cierre la nota. ¿Alguna frase para agregar?
Nico: ¡Somos un grupo muy femenino!
DOS MUJERES, UN CAMINO. A pesar del costado femenino que acusa Tacho, Eugenia y Lali se encargarán de perfumar un poco más las respuestas. Empezaron la serie con 15 años –allá en 2006– y recién ahora alcanzaron la mayoría de edad. A partir de esta línea, los elogios están amparados por la ley. ¡Vale piropear sin culpa!
–¿Se dan cuenta de que están en la última gira?
Euge: Creo que todavía no lo estoy...
Lali: Yo sí. El otro día leí el cartel que decía “El último adiós de Casi Angeles”, y me dio una cosa rara. No sé cómo evolucionará eso.
–¿Tienen ganas de terminar?
Euge: Sí, pero con felicidad. Es una etapa que cumplió un ciclo y eso lo tenemos todos claro. ¡Pero todavía falta la fiesta despedida!
–¿Cómo se llevan con las despedidas?
Euge: No me gustan nada, soy re maricona. Hasta cuando me voy una quincena a Pinamar me pongo mal. Soy de las que dibujan un corazón en la ventana del colectivo. Sufro mucho, digamos.
Lali: Yo intento ponerle onda. La mejor manera que encuentro de terminar las cosas es con alegría.
–¿Se imaginan algún síndrome de abstinencia?
Euge: No sé, pero hay otras cosas además de esto. Me gusta verle el lado positivo.
Lali: Es cierto. El otro día me pasó que llamé a una amiga para ir a comer afuera y no podía. ¡Siempre soy yo la que no puede! Encontrarme con cosas así me encanta, aunque no pude ir a comer, claro.
–¿Cómo se imaginan un día sin responsabilidades laborales?
Euge: ¡Que empiece a eso de las doce, y sin despertador!
Lali: ¡A las cuatro y cuarto!
–¿Qué creen que es lo más difícil de terminar algo?
Euge: Asumirlo. Mis duelos por lo general llevan tiempo. ¡No me gustan nada los baldazos de agua fría!
Lali: Igual, por más que sepas que se terminó, es complicado. El desarraigo con una persona es lo difícil.
–¿Les ha tocado abandonar y ser abandonados?
Lali: Nunca nos abandonaron. ¡Somos chicas con suerte!
Euge: Yo priorizo mi felicidad. Soy muy egoísta en esos casos.
Lali: Pero estaría bueno pasar por todas las situaciones; si no, sería muy aburrido.
Euge: Todo bien... ¡pero todavía no quiero que me abandonen!
–¿Se aprende de esas experiencias?
Euge: Lo peor que te puede pasar es no aprender de las malas o tristes experiencias. Al menos que sirva de algo, ¿no?
–¿Hay métodos para olvidar?
Lali: Las mujeres tienen más estilos que los hombres. Por un lado, tenés a la mina que le encanta llorar, que le cuenta a todo el mundo de su dolor y que se siente cómoda así. Pero también están las más fuertes –o al menos las que así lo aparentan–, que se lo toman con más calma.
–¿Vos con qué grupo te sentís identificada?
Lali: Con el tercer tipo de mujer: la que está en el medio de las dos. ¡Esa soy yo!
–¿Vos, Euge, sos llorona?
Euge: Para nada. Hasta te diría que nadie de acá me vio llorar. Cuando lloro es porque tengo un ataque de bronca.
–Supongamos que te dejan un viernes. ¿Salís o comprás helado?
Euge: Si me dejaste, olvidate que me voy a quedar llorando y comiendo helado en mi casa. Eso sería darle el gusto al que me abandonó. Siempre hay que mirar para adelante.
Lali: Totalmente. Coincido.
–¿Qué pasa cuando tu ex se pasea con la nueva novia delante de ustedes?
Lali: Es complicado. La primera vez te da una cosita...
–¿Frase para esa situación?
Lali: Mirá ese hijo de p..., pero con cariño, eh. Y a ella algo feo le encontrás, seguro.
Euge: ¡Pero también las elogiamos! Para mí, hoy en día los hombres son más enroscados que nosotras. Se deben mirar al espejo más tiempo que las mujeres.
Lali: Sí. ¡Son casi minitas!
–¿Hay vida después de Casi Angeles? ¿Cómo les gustaría que fuera?
Euge: Me encantaría seguir trabajando de lo que me gusta y formar una familia. Esos son mis objetivos.
Lali: A mí me gustaría probar todos los rubros de mi profesión: hacer novelas, trabajar en teatro, cine, etcétera. Seguir con la música. Y que la vida personal me sorprenda.
Los Teen Angels van a seguir regalando su música. Pero Casi Angeles, su mágica historia y su éxito dicen adiós. FIN. Sí, se viene el FIN nomás.
Por Juan Cruz Sánchez Mariño. Fotos: Christian Beliera. |
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